Y....... ¿ahora qué busco?

Pues ya pasó el "temido" domingo.

Si es que pienso tanto en lo que puede llegar a pasar que muchas veces me coacciono a mi misma para no disfrutar de las cosas.

Llegué tarde pero llegué..........jajajajajjajajajaja.

El sábado J y yo decidimos salir a cenar y tomar algo. Al final la cosa se alargó y nos acostamos a las 6 de la mañana (me lo pasé genial, ya no me acordaba que es posible divertirte con tu pareja saliendo de copas). Yo me tenía que levantar a las 8, pero fue imposible. Me desperté con la voz de J en mi oído diciendo: "Rubita, son casi las 12". Casi me da algo. Había quedado a las 11 con el resto de los que celebrábamos el cumpleaños para preparar todo. Al final llegué a las 14:00.

Para mi sorpresa nadie estaba enfadado, todo eran coñas y buen rollo. Me gustó sentirme bien, y disfruté muchísimo todo el día.

Muchas risas, muchas charlas tontas, muchas patadas a balones, algún que otro balonazo........ todavía me duele la cabeza.

El momentazo del día lo protagonizó el tiempo. Sobre las 17:00 empezó un huracán, jajajajajajajajja, casi salimos volando. Después del aire llegó la lluvia y ahí vinieron las mejores risas de todo el día. Todos debajo de dos sombrillas, debajo de un pinar, mirando al frente y viendo como se mojaban todas las cosas (os dejo foto), ahí ya empezaron los "delirios" y parecía una competición a ver quien decía la tontería más grande.

J, al final no quiso venir, no le apetecía conocer a todo el mundo de golpe. A mí la verdad es que no me importó y por un lado hasta vino bien para evitar una situación incómoda ya que mi ex-marido también estaba invitado. Eso sí, luego me fui a terminar de pasar el domingo con él.

Coquí, muchas gracias por venir un ratito............ de los pasteles no haré ningún comentario que ya lo sabes, jajajajajajajajaja.

A ver como intento escribir todo lo que estoy pensando y sintiendo sin hacerme un lío.

Siendo sincera, y sin serlo también, nunca me he sentido dentro de mi grupo de amigas. Siempre hemos estado juntas, hemos hecho mil cosas juntas, por no decir todas, pero no me he sentido que formara parte del grupo.

Cuando mi hermana pequeña empezó el instituto se juntaron unas cuantas chicas de su clase, hicieron grupo, y otra amiga mía del barrio de toda la vida y yo, nos unimos a ellas. De esto han pasado ya 17 años, tiempo suficiente para que esa sensación hubiera desaparecido, pero no ha sido así.

Durante 15 de estos 17 años, he tenido mis momentos en los que esa sensación se ha hecho mayor, pero he aprendido a vivir con ella. Además, nuestras vidas se iban desarrollando de formas paralelas, así que era fácil no encontrarse fuera. Novios, casas, bodas, niños. Con estos últimos yo ya me quedé descolgada, jajajajajajajajaja, cuando las conversaciones se centraban en pañales, biberones, baños, etece, etece, me pasaba horas escuchando. Después de mi divorcio esa sensación cada vez se empezó a hacer más latente en mi. Ahora si que mi vida no tenía nada que ver con las suyas. Ni novio, ni marido, ni casa, ni niños......... Mi vida cambiaba pero la suya no. Ellas no podían seguir mi "ritmo" (por decir algo). Me fui a vivir sola y lo pasé realmente mal. Me sentí muy sola. Todas con su vida organizada y sin tiempo para mi. Poco a poco fui saliendo con otra gente y fui encontrando una parte de mi que desconocía y a la vez me encantaba.

Estudié, conocí gente (a mis Bollitos, por supuesto, aunque ahora pasen de mi.......jajajajajajajaj), salía por otros sitios, conocí a J, y ellas se quedaron atrás en mi vida.

He hablado con Guadalupe de todo esto en terapia y dice que es normal que me sienta así, que me he visto descolgada del grupo y que además el grupo no se ha preocupado de cogerme para que no me alejara.

Así que ahora que apenas tengo contacto con ellas, salvo en cumpleaños y actos sociales grupales, que se de sus vidas por mi hermana y ellas saben de mi vida por mi hermana, se me plantea un dilema.

Este mes de septiembre ha sido el cumpleaños de 5 de los componentes del grupo. Desde hace tiempo pensamos en organizar un día de campo y celebrar todos los cumpleaños juntos. El día elegido era el próximo domingo.

Esta mañana me ha llamado una de las cumpleañeras para ver que pasaba, y claro yo no tengo ni idea porque no he hablando con nadie, ni nadie ha hablado conmigo, del tema. Además, yo celebré mi cumpleaños el mismo día que los hice e invité a todo el que quiso y pudo venir.

Lo que me pasa ahora es que no me apetece celebrar el cumpleaños con todos, es más, no me apetece ir a pasar un día de campo todos juntos. Se que si voy me lo pasaré bien, aunque sea haciendo el cabra con los niños o hablando de futbol con alguno de los chicos, pero no me apetece. No me siento cómoda con ellas, me siento fuera de lugar, como que no pinto nada ahí. Tengo la sensación de estar haciendo un papel que no me gusta.

Me gusto como soy cuando estoy con otra gente. Me siento bien, feliz, tranquila, relajada, pero con ellas no. Con ellas me siento cortada, observada, me crean desconfianza, no se muy bien como explicarlo.

Y lo peor de todo es que me duele mucho ver que no tengo nada en común con la gente con la que he compartido media vida. Que no tengo nada de que hablar cuando estoy con ellas. Que no me importa no verles en dos meses y que a ellas tampoco, porque ninguna nos preocupamos de llamar para saber que tal nos va. Pero a pesar de todo, no dejo de sentirme mal porque no me apetece lo más mínimo pasar el domingo con ellos.

Y leo el post y sigue doliendo.

¿Tendrá algo que ver en toda esta movida de mi cabeza que ya sea otoño?

Otra vez de bajón. Y ya no se si en algún momento voy a poder superar esto o me va a acompañar toda mi vida.

Hoy me ha tocada terapia. No se porque intento hacerme la fuerte, demostrar que no pasa nada, que nada me importa ni me molesta. Luego llego a terapia y, los días que consigo dejar el escudo fuera, me derrumbo.

Según Guadalupe soy una persona que necesita mucho cariño, pero no cualquier cariño.

Tengo amigos que me lo demuestran, está mi hermana mayor que a su manera también lo hace, mis sobrinos con su inocencia también, J que aunque hace poco tiempo que me conoce me lo demuestra muy amenudo y me hace sentir muy bien, muy feliz.

Pero hay otras tres personas que no lo haces y es de quien más lo echo de menos. Tal vez porque no lo hayan hecho nunca.

Mis padres y mi hermana pequeña.

Necesito sentir que se preocupan de mi, que les interesa mi trabajo, mi vida.

Los tres saben de la existencia de J, pues ninguno me ha preguntado ni me ha hecho el más mínimo comentario al respecto. Se fueron 10 días de vacaciones juntos, y a la vuelta ni siquiera me preguntaron "¿qué tal?".

Vivo con mi hermana, entro y salgo sin que ella me demuestre que le importe donde vaya. Siempre le digo si vendré a dormir o no, pero ella no dice nada. Simplemente alguna mirada, "rara" para mi, de vez en cuando y ya.

Si llego a casa de mis padres y me pongo a contar algo del trabajo, de las vacaciones, de terapia, en seguida algún comentario sobre algo graciosos que ha hecho mi sobrino o un "callate un momento" por alguna noticia de la tele, me cortan y consiguen que me calle.

Y justo hoy llego a casa de mis padres después de terapia porque es el cumpleaños de mi madre, y a la media hora, se desencadena una discusión entre muchísimos de los que estaban allí, muchos de los cuales empiezan a subir el tono de voz como si les fuera la vida en ello para hacerse oír por encima de los demás. No os penséis que la discusión era por la Gripe A, ni por la crisis, ni tampoco por el partido de Champions que en ese momento estaban televisando del Real Madrid. Ni mucho menos. La discusión era por Belén Esteban.

Me ha parecido muy triste que nadie tuviera nada más interesante sobre lo que hablar. La única que miraba la televisión pendiente del partido era yo. Todos los demás discutiendo como si estuvieran en Salvame.

Me ha hecho sentir fatal ver a mi padre discutir tanto y con tanta intensidad, y voces también, por alguien a quien no conoce.

He aprovechado que mi hermana mayor y mi sobrina se marchaban para irme con ellas.

Pero eso sí, según he cruzado el salón para ir a por mi bolso he soltado una "perlita" de las mías. He mirado a mi padre y le he dicho: "me voy porque me parece lamentable que te preocupes más de Belén Esteban que de tu hija". Aunque creo que él no se ha enterado yo necesitaba soltarlo.

Se que no es así, o por lo menos eso espero, pero en ese momento me he sentido así y me ha dolido mucho.

Y no se como hacerles entender que necesito sentir que les importo algo. Hablar con ello es imposible. La única solución que veo es que con tiempo y con ayuda de Guadalupe deje de esperar algo que nunca he tenido de ellos.

La primera semana de mis vacaciones la pasé en Benidorm. Las ganas de playa y las pocas posibilidades que tenía me hicieron decantarme por ir allí con dos parejas y dos niños. Una de las parejas es la de mis mejores amigos, su niña en mi "sobrina" y me lo paso genial con ella, así que sabía que iba a estar bien cuidada y por lo menos con la enana los días serían divertidos.

El día antes de irme a la playa quedé con J para ir al cine y despedirnos, al final la despedida se alargo y llegué a casa a las 3 de la mañana. Habíamos quedado a las 6 para salir de viaje, y por mucho que hice esfuerzos por no dormirme no lo conseguí..........jajajajajajaja. Hasta que no me llamaron al móvil no me desperté y llegué media hora tarde y como era de esperar el chico de la otra pareja estaba un poquito enfadado.

La llegada al hotel fue un auténtico caos, había más gente que en la guerra haciendo fila con las maletas para conseguir habitación. Después de dos horas, todos teníamos habitación y nos fuimos a comer.

Con lo poco que había dormido y el viaje estaba bastante cansada así que mis ganas de playa se convirtieron en ganas de siesta. Me quedé dormida con el aire acondicionado encendido, consecuencia: me pasé el resto de la semana con dolor de garganta, y al tomar el sol tomando medicación me dio reacción y me salieron manchas rojas por el cuerpo................... muy mona que volví.

El resto de la semana fue genial, muchas risas, muchos baños, muchos castillos, mucha arena, muchos paseos, muchas cañas, pero sobre todo MUCHAS PRISASSSSSSSSSS.

No vuelvo a ir de vacaciones con pensión completa, lo juro.

Que estres. Todo el día corriendo para comer.

Levantate pronto para desayunar. Cuando mejor estás en la playa, recoge todo y sube a ducharte para bajar a comer. Y por la tarde igual, corre para bajar a cenar y encima arreglate porque no se puede entrar al comedor a cenar con la ropa "playera". Vamos un auténtico estres. Que el día que volví, llegué a casa, solté la maleta, me duché, me cambié, y baje corriendo para comer con mis padres............. jajajajajajajajja. Me costó adaptarme a no "correr".

El resto de las vacaciones en el próximo post, solo os diré que J ha estado muy presente en ellas.